El tomate, cuyo nombre científico es Lycopersicum esculentum, es una de las frutas más completa y maravillosa que existe sobre la tierra, debido a sus múltiples características: excelente sabor, alto poder nutritivo, así como infinidad de propiedades terapéuticas, que le permiten intervenir en el tratamiento y prevención de numerosas enfermedades. Se consume fresco y también en conservas, encontrando en el mercado todo tipo de productos elaborados a partir de esta fruta.
El tomate es uno de los cultivos más extendidos, siendo Extremadura, y especialmente las Vegas del Guadiana, una de las mayores zonas productoras del mundo.
La Dieta Mediterránea es, quizás, la que mayor diversidad y cantidad de antioxidantes aporta a la ingesta, por su elevado contenido en frutas y vegetales, tanto frescos como procesados, así como en aceites de oliva de excelente calidad. Entre estos antioxidantes aportados por las frutas y verduras, tiene mucho que ver el tomate, pues proporcionan una combinación óptima de antioxidantes, tales como compuestos fenólicos, ácido ascórbico (Vitamina C), Vitamina E y carotenoides. Además, es rico en otros componentes relacionados con la salud, como es el ácido fólico (o vitamina B9), los flavonoides, el potasio, las proteínas o fibra dietética, que contribuye a la acción reductora sobre el colesterol sanguíneo y a un suave efecto laxante.
EL TOMATE: FUENTE DE LICOPONEO Y β-CAROTENO
Tanto los humanos como los animales somos incapaces de sintetizar los carotenoides, por lo que deben ser tomados a partir de la dieta.
Los carotenoides son los colorantes naturales de las frutas y verduras y los que les dan su color característico. Así, el rojo del tomate se debe a la presencia del carotenoide LICOPENO, siendo el tomate la principal fuente de este compuesto antioxidante, suponiendo hasta el 90% del total de carotenoides de esta fruta.
A continuación se muestra una tabla con el contenido de los diferentes carotenoides en el tomate:
µg/100gr | α-caroteno | β-caroteno | β-criptoxanteno | Luteína | Licopeno |
TOMATE | 112 | 393 | - | 130 | 3025 |
El licopeno está considerado como un antioxidante con una alta actividad biológica en el organismo, por ser capaz de actuar y eliminar los radicales libres que generan estrés oxidativo y que, a largo plazo, pueden fomentar diversas enfermedades, como veremos más adelante.
El tomate contiene también, en un porcentaje elevado, otro carotenoide con funciones biológicas muy importantes, como es el β-CAROTENO, (o también llamado Provitamina A por su capacidad para convertirse en vitamina A),que una vez en el organismo, se transforma enzimáticamente en retinal en la mucosa intestinal, para luego ser convertido en RETINOL (VITAMINA A). El retinol o vitamina A es imprescindible para una correcta visión y puede prevenir afecciones oculares como la xeroftalmia (sequedad de la córnea del ojo) y otras relacionadas con el envejecimiento, como son las cataratas y la degeneración macular.
La principal función fisiológica de los carotenoides es su capacidad antioxidante. Debido al estrés oxidativo que se produce en nuestras células, se originan muchos radicales libres que pueden generar, a largo plazo, procesos degenerativos, tales como ciertos cánceres y tumores, las enfermedades cardiovasculares, enfermedades inflamatorias, diabetes, afecciones de los ojos, depresión del sistema inmune y el propio envejecimiento. La implicación de los carotenoides en la reducción del estrés oxidativo es fundamental, y, por ello, se considera a estos compuestos como anticancerígenos, estimulando la comunicación entre las células de un tejido, e inmunoactivadores, promoviendo el sistema inmune.
El licopeno, a diferencia del β-caroteno, no tiene actividad de provitamina A, pero muestra una capacidad antioxidante dos veces más alta que el β-caroteno, por lo que su presencia en la dieta se considera de gran interés.
Es importante recalcar que los productos procesados, tal y como demuestran numerosos estudios científicos, tienen un mayor contenido de licopeno, además de ser éste más biodisponible para nuestro organismo.
¿Qué quiere decir esto de ser más “biodisponible”? Pues que nuestro cuerpo es capaz de absorber mejor el licopeno de un tomate que ya ha sido procesado que si lo tomamos en fresco. Los cambios producidos durante el proceso de elaboración de la conserva, aumentan la liberación del licopeno desde las células del tomate, al promover la disociación de los complejos proteicos y la rotura de las paredes celulares. De ahí la importancia del consumo de tomate en conserva.
BENEFICIOS DEL TOMATE
Os presentamos un listado con los beneficios del tomate: